lunes, 7 de marzo de 2011

CONSCIENCIA ANIMAL


¿El debate taurino refleja una nueva relación del hombre con otras especies?

Hoy parece más asumido que la fauna tiene derecho a la dignidad. El auge de la ganadería intensiva y los ensayos científicos suscitan un amplio debate sin lograr un consenso.  Los derechos de los animales no siempre tienen por qué coincidir con los de los humanos


LA VANGUARDIA.ES -Vida | 05/03/2011 - 03:31h
Antonio Ortí
Cada vez hay más personas que se oponen al maltrato animal. De hecho, puede que nos encontremos a las puertas de un gran cambio. El futuro de toros, vacas, gallinas, orangutanes, tigres, ratones, cerdos, conejos y perdices está en juego

Portada del suplemento Estilos de vida del sábado 5 de marzo de 2011

“El señor Jones, propietario de la Granja Manor, cerró por la noche los gallineros, pero estaba demasiado borracho para recordar que había dejado abiertas las ventanillas”. Así empieza Rebelión en la granja, la novela de George Orwell. El libro cuenta la historia de un granjero que descuida a sus animales por su afición a la bebida. Un día, éstos se reúnen para escuchar el extraño sueño que ha tenido el cerdo Viejo Mayor, al que todos consideran el animal más sabio de la granja. Si el mundo fuera justo, les explica Viejo Mayor, todos los animales serían libres, tendrían los mismos derechos y no deberían trabajar para los humanos. Pero en lugar de eso, prosigue, el hombre nos utiliza a su antojo y cuando ya no puede sacar provecho de nosotros nos manda al matadero. “Pero, ¿forma esto parte, realmente, del orden de la naturaleza?”, se pregunta.

Pues bien, puede que la sátira totalitaria de Orwell tenga un final todavía más inesperado que descubrir que con el tiempo los cerdos aprenden a caminar sólo sobre sus patas traseras e imponen una dictadura que se resume en un único mandamiento: “Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”. De hecho, y pese a que Orwell barajó varios finales para Animal Farm (1945), ninguno de ellos contemplaba que en 2011 algunos seres humanos se rebelasen contra individuos de su propia especie para prohibir las corridas, poner coto a la caza o impedir que los mozos lanzasen cabras desde el campanario.

Y puede que solamente sea el principio. Hay indicios que apuntan que los defensores de los animales han dejado de ser cuatro gatos. La iniciativa popular que dio paso a la prohibición de celebrar las corridas de toros en Catalunya es un ejemplo de cómo, más allá del peso de la tradición, la sensibilidad hacia el mundo animal ha ganado nuevos adeptos. El creciente número de personas que están dejando de comer carne y haciéndose vegetarianas, otro. Y lo mismo cabría decir del amplio rechazo que suscita, no sólo entre los activistas más beligerantes, que para fabricar un solo abrigo de piel sea necesario asesinar a 200 chinchillas, 70 visones, 20 linces, 20 zorros, 20 nutrias u 8 lobos. Tal vez, efectivamente, esté cambiando algo.

Sin embargo, eso no significa que estos nuevos animalistas tengan una postura común para cada situación que se plantea. En realidad, forman parte de un movimiento muy amplio que engloba a ecologistas, pacifistas, vegetarianos, organizaciones no gubernamentales, feministas, grupos que defienden los derechos sociales y entidades que se oponen al racismo. En este sentido, se puede decir que su  funcionamiento se asemeja más al del grupo mixto que al de un partido político centralizado. Así que más que librar una batalla en solitario por una cuestión muy específica, los defensores de los animales se integran en un movimiento más extenso que reclama una sociedad menos violenta. “Estamos al principio de un proceso que, por fin, parece irreversible”, señala el físico Jorge Wagensberg, director científico de la Fundación La Caixa, además de autor de trabajos de investigación sobre termodinámica, microbiología, entomología y otros asuntos. Según Wagensberg, la principal singularidad del momento en que nos encontramos es que cada vez más personas sienten compasión y dolor ante el sufrimiento de los animales.

Para Jesús Mosterín, uno de los filósofos españoles de mayor prestigio internacional, no hace falta ser precisamente un intelectual para comprender lo que está pasando: basta con abrir los ojos. “De la misma manera que hemos esclavizado a muchos grupos étnicos”, razona, “hemos hecho lo propio con las gallinas, los patos, los cerdos, las vacas, los toros, las ovejas, los perros, los patos y muchos otros animales”. Luego, tras bromear con que los gatos quedarían al margen (“son ellos quienes nos explotan”), añade: “Pero todavía hay un problema más grave que la esclavitud: el exterminio. Estamos diezmando a muchas especies”, señala Mosterín, al que puede vérsele en una fotografía tomada en 1969 en la sabana africana en compañía de su amigo Félix Rodriguez de la Fuente y del también desaparecido Hugo van Lawick, un barón holandés que con 22 años dejó a su familia para vivir en la selva y fotografiar animales salvajes.

A 804 kilómetros de distancia de Barcelona, donde vive Mosterín, se encuentra Pedro Pozas, director ejecutivo del Proyecto Gran Simio. Este jiennense que fue activista de Greenpeace y es portavoz en España de una organización internacional que pretende otorgar a los grandes simios (chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes) tres derechos humanos: el derecho a la vida, a la libertad individual y a no ser maltratados ni física ni psicológicamente. Algunos de sus críticos indican que los etólogos agrupados en torno al Proyecto Gran Simio tienen un doble rasero, al limitar sus investigaciones a una especie y no extender esas ideas al resto de animales. Pero Pozas no está de acuerdo y anticipa que una vez se consiga romper la barrera de especie con el animal más cercano al hombre (“ya se sabe que el primer hijo allana el camino a los que vienen detrás”, recuerda), su organización ampliará esos derechos a otros animales.

Según relata Pozas, hemos declarado la guerra a los animales y a la propia naturaleza, así que queda mucho por hacer: desde desvelar los intereses de algunas multinacionales para arrasar la selva, hasta denunciar el uso que hacen algunos circos de los animales salvajes. “Para que un elefante juegue al fútbol es necesario hincarle en las patas unas picas puntiagudas durante su adiestramiento. Y lo mismo con los tigres saltarines. Se les entrena en una plancha incandescente. Por eso, cuando escuchan el redoble de tambores en el circo brincan por temor a que la superficie se caliente”, denuncia.

Con todo, conceder derechos humanos a los animales se presta a la polémica. Para Jesús Mosterín, los derechos no existen, se crean. “La cuestión no es tanto qué derecho tienen los animales, sino qué derecho queremos que tengan”, comenta. Y pone un ejemplo: “el parlamento sueco ha legislado que las vacas tienen el derecho a salir del establo al menos una vez al día. Lo que quiero decir es que a los animales no hay que concederles derechos humanos, sino derechos de ellos. Por ejemplo, el derecho a correr, a moverse, a vivir en la naturaleza y a no ser torturados”, razona. Aunque Salvador Giner, presidente del Institut d'Estudis Catalans, no lo dice con esas mismas palabras su opinión es bastante similar: “Yo no lo veo muy claro, pero llego a las mismas conclusiones: tal vez no tengan derechos, pero hay que tratarlos con humanidad, lo que empíricamente viene a ser lo mismo”, señala este sociólogo autor de libros clave, como Historia del pensamiento social (ed. Ariel).

Cuando se le pregunta a Giner en qué momento histórico nos encontramos, explica que estos movimientos “empiezan con unos pocos, luego hay bastantes y finalmente muchos. Yo diría que ahora estamos en la fase de los bastantes”, valora. Entre los “bastantes” se cuenta Marta Tafalla, profesora de Filosofía en la Universidad Autónoma de Barcelona y protagonista de varias intervenciones muy recordadas en el Congreso, donde defendió la necesidad de una ley de protección de los animales. “Como decía  Milan Kundera”, explicó en la cámara baja el 18 de octubre del 2007, “si queremos comprobar la integridad moral de un ser humano, no nos preguntaremos cómo trata a sus iguales, porque eso es lo fácil. Nos preguntaremos cómo trata a quienes están a su merced, a quienes no pueden quejarse si los maltrata, ni darle las gracias si los ayuda. Quienes dependen de su voluntad y están indefensos ante ella. (...) Es ahí donde se juega la ética”.

Mientras se calienta las manos con una taza humeante en un bar de Sant Cugat del Vallès, Marta Tafalla  explica que el movimiento por la defensa de los animales surgió alrededor de 1970 en los países de habla inglesa y que se alimenta de una tradición que abarca desde la compasión budista hacia cualquier ser vivo, hasta el vegetarianismo de Pitágoras, pasando por la convicción de San Francisco de Asís de que los animales son nuestros hermanos.

“Estamos hablando de un movimiento que hasta hace diez años era muy minoritario y que ahora empieza a hacer mucho ruido. Después de los toros, se está trabajando en muchos frentes: la ganadería intensiva, los zoos, la caza, los animales de experimentación...”, enumera Tafalla, que desde enero imparte un posgrado sobre Animales, Derecho y Sociedad en la universidad. Luego explica que entre los defensores de los animales hay básicamente dos posturas: la revolucionaria, que reclama la liberación animal, y la reformista, que acepta que se sigan utilizando animales, pero busca fórmulas para reducir la crueldad. “¿Que si soy reformista o radical? Aunque hacen falta grandes cambios, creo que la mejor manera de avanzar es paso a paso. A la sociedad no se le puede pedir revoluciones de golpe”, responde. No opinan así, en cambio, otros animalistas más radicales que han dejado de comer carne y que cuestionan incluso que los seres humanos sean omnívoros.

El telón de fondo es si consumir productos de procedencia animal forma parte del problema y también qué actitud hay que adoptar en relación a la avicultura y a la ganadería intensivas. Esto es, con granjas industriales donde los animales son producidos por miles y permanecen encerrados durante toda su vida sin espacio para moverse. “Yo diría que el problema ahora mismo no es tanto acabar con la esclavitud, sino tratar bien a los esclavos”, deslumbra Jesús Mosterín, dando a entender que debemos de garantizar que los animales que nos comemos lleven una vida digna.

En este sentido, cada vez es más frecuente encontrar a antiguos carnívoros que cambian de bando al no poder resistir la idea de que su manutención implique el sacrificio de animales. Según el nutricionista Julio Basulto, autor del libro No más dieta (ed. Debolsillo) y fundador del grupo de estudio, revisión y posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, dos de los argumentos más repetidos hoy en día para hacerse vegetariano son el bienestar animal y el respeto por el medio ambiente. De hecho, el propio Basulto se hizo vegetariano al descubrir que “en África muchas personas pasaban hambre para que los países desarrollados pudiéramos mantener allí grandes monocultivos con los que alimentar nuestro ganado”, confiesa. Basulto apunta que la actual tendencia de comer cada vez más carne es insostenible.

Juanjo Cáceres, un historiador que colabora con la Sociedad para el Estudio Interdisciplinar de la Alimentación y los Hábitos Sociales, está de acuerdo. Según explica, en los próximos cuarenta años será necesario duplicar la producción mundial de carne, de acuerdo con los datos que maneja la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). “Al final, una producción tan elevada siempre es problemática para el bienestar animal”, avisa. El nutricionista Julio Basulto también echa mano de los datos de la FAO para recalcar un dato que no deja de sorprender: ahora mismo las emisiones de gases de efecto invernadero derivados de la cría de ganado (18% del total) superan a los que emite toda la industria del transporte (14%).

Otro tema sobre el que no hay unanimidad es si se han de seguir utilizando animales como cobayas para avanzar en el conocimiento de algunas enfermedades. Tampoco aquí hay una postura común: los hay que abogan por una prohibición taxativa, como Pedro Pozas, director ejecutivo del Proyecto Gran Simio, y también que en determinados casos permitirían el sacrificio, siempre y cuando fuera estrictamente necesario. En este sentido, resulta especialmente interesante escuchar la opinión de Jorge Wagensberg, pues a su condición de científico une la de defensor de los animales. “Muchos de los avances biomédicos de los que nos beneficiamos hoy día no se hubieran producido de no existir la posibilidad de experimentar con animales. No me parece razonable inmovilizar a un animal para ver qué iones genera. Pero, en otros casos, en cambio, puede estar justificado”, consiente. “Hay cuestiones más sencillas de resolver que otras”, interviene Jesús Mosterín. “Experimentar con cobayas, por ejemplo, es un tema bifronte: hay una cosa mala, el sufrimiento del animal, y otra buena, el conocimiento que se obtiene. En cambio, no hay ninguna razón para no reclamar la abolición total y definitiva de la caza y de las corridas de toros”, indica. “Así que la cuestión ahora es comenzar con los casos más sangrantes”, concluye este filósofo bilbaíno.

También Salvador Giner se atreve a hacer una reflexión en voz alta. “De lo que se trata es de cambiar la actitud histórica que hemos mantenido con los animales. Y hacerlo con sabiduría, sin caer en radicalismos”, señala el autor de Manual de civismo (ed. Ariel), dando a entender la importancia de alcanzar algo así como un término medio. “Los extremismos”, concluye, “llevan al ridículo. En India hay una secta de virtuosos que barre las hormigas ya que su doctrina no les permite hacer daño a ningún ser viviente. La reflexión general es que debemos tratar a los animales con mucha más humanidad y no caer en posturas drásticas”, expone.

Mientras los seres humanos se ponen de acuerdo sobre lo que hay que hacer, los animales esperan. Su esperanza, parafraseando a Marta Tafalla, es que alguien construya un Arca de Noé donde quepan todos. Porque cada vez parece más claro que el diluvio hemos sido nosotros...
 

lunes, 21 de febrero de 2011

107 BALLENAS PILOTO MUEREN EN UNA PLAYA DE NUEVA ZELANDA




 21 feb 2011 | 07:14 MSK
En una playa de la Bahía de Mason, en la Isla Stewart (al sur de Nueva Zelanda), han muerto 107 ballenas piloto. Cuando unos excursionistas descubrieron ayer a los mamíferos que habían resultado varados en la playa, más de la mitad de ellos estaban ya asfixiados. Según comunica el Departamento de Conservación neozelandés, las labores de rescate se vieron dificultadas por el mal tiempo y la oscuridad, que ponían en peligro a los propios socorristas.
Los participantes de la operación calcularon que tardarían entre 10 y 12 horas en rescatar a las ballenas. Señalan que teniendo en cuenta el calor y la sequía, habría sido imposible sacar a las ballenas de la trampa antes de que se ahogaran. Tomaron la decisión de sacrificar a los 48 mamíferos que todavía estaban vivos para evitar su sufrimiento.

Según la cifra oficial, desde principios de este año se han registrado dos casos más de muerte masiva de ballenas piloto, la especie de ballenas más difundida en las aguas de Nueva Zelanda. A inicios de febrero perecieron 14 cetáceos atrapados en una playa cerca de la ciudad de Nelson, en la Isla del Sur. En enero murieron otros 24, cerca de Te Reinga, al norte del país.
Hasta ahora, se desconocen los motivos que llevan a los mamíferos a ir a tierra firme. Dos de las versiones más extendidas son que los animales se ven atraídos por los sónares de los grandes buques, o que siguen a un líder del grupo que se desorienta a causa de alguna enfermedad.

Ballenas varadas 1

jueves, 10 de febrero de 2011

CANADÁ, CONMOVIDA POR LA MATANZA DE 100 PERROS



Según informaron las autoridades, se abrió una investigación por la masacre inhumana de unos 100 perros de atelaje en el oeste de Canadá, presuntamente realizada por una empresa de ocio turístico cuya demanda de contrataciones había disminuído.
Los perros husky habían sido utilizados en viajes de diversión en la provincia de Columbia Británica durante los juegos olímpicos invernales en Vancouver en 2010, pero fueron muertos en abril pasado, cuando el flujo de clientes había caído.
El incidente se dio a conocer debido a que un integrante del personal de la empresa Outdoor Adventures en la ciudad de Whistler interpuso una demanda por el estrés que había sufrido al cumplir la instrucción de matar a parte de la jauría, por motivos económicos.
Según el empleado, los perros, que estaban en buen estado de salud, fueron asesinados con un fusil y un cuchillo, y enterrados en una fosa común. Algunos de ellos lograron escapar.

En esta provincia canadiense se permite la matanza de perros, pero sólo de manera humana. Sin embargo, este caso “de ningún modo parece corresponder a lo considerado humano”, dijo Lorie Chortyk, desde la organización regional para la protección de animales.
Outdoor Adventures rechazó la responsabilidad, diciendo que, aunque conocía sobre la matanza, no supo los detalles antes de que apareciera la información el domingo.

BUSCAN A LOS SÁDICOS QUE CORTARON LAS PATAS A UN PERRO CALLEJERO EN RUSIA



Rusia  09 Feb

En San Petersburgo buscan a un grupo de sádicos que torturaron de una manera cruel a un perro callejero, que fue encontrado con heridas graves de cuello y sin patas en un parque de la ciudad hace unos días. Los activistas han lanzado una campaña para castigar a los criminales.
El animal mutilado -al que después se ha bautizado como 'Bonus' por su milagrosa supervivencia- fue hallado por dos estudiantes que paseaban por un parque y lo vieron sangrando en la nieve. "Cuando lo encontramos, pensamos que simplemente estaba durmiendo. Nos acercamos y vimos que estaba en un charco de sangre. En el cuello tenía un alambre", cuenta Tatiana Altujova, una de las jóvenes.
Las amigas no dudaron en trasladar a 'Bonus' a un hospital para animales. Incluso a los veterinarios les impactó la crueldad con la que maltrataron a este perro: primero le cortaron el cuello, haciéndole una incisión punzante en la columna vertebral y luego le dejaron colgado de sus patas traseras amarradas con un alambre. Según afirman los veterinarios, el pobre animal pasó de este modo cerca de un día y luego se soltó de un lazo mortal pero solo tras pagar un alto precio: debido a su peso se le rompieron las patas.

En la calle hacía mucho frío y eso hizo que el perro no perdiera mucha sangre. Por suerte, los cirujanos lograron salvarle, pero tuvieron que luchar mucho por su vida.
El primer día después de la operación, el can no quería mirar a la gente y tenía la cabeza volteada hacia la pared. Hace unos días empezó a comer y los médicos dicen que ya va mejorando. Actualmente debe soportar varias operaciones más, después tendrá que aprender a andar de nuevo y, además, al cachorro que, como se supo luego, siempre fue muy bueno y se acercaba a cualquier persona que quería acariciarle, le espera un largo camino para volver a confiar en los humanos.
Esta historia de crueldad 'inhumana' (cometida, paradójicamente, por humanos) impactó a los ciudadanos rusos, así como a los extranjeros: una organización estadounidense, conmovida por esta historia, le ha regalado un aparato con ruedas que le ayudará moverse. Por su parte, las asociaciones de protección a los animales han organizado una colecta de dinero para ayudar y curar al perro y ahora están decididas a encontrar a los culpables de este crimen.
Recientemente poco se han dirigido a un detective que ya logró aclarar algunos detalles. De acuerdo con sus datos, no es el primer caso de semjante crueldad: los habitantes locales afirman que antes habían encontrado otras huellas de delitos semejantes. Los activistas han anunciado que van a solicitar que se instruya un proceso judicial sobre el caso.

Si usted tiene posibilidad y quiere ayudar a Bonus, se puede hacerlo tras transferir donaciones a través del sistema de pago electrónico PayPal (http://www.paypal.com/).
Para enviar el dinero lea, por favor, la instrucción que aparece tras el registro en el sitio web. Después apunte la dirección para realizar la transferencia:9528628@mail.ru y la suma del pago. ¡Muchas gracias por su apoyo!

viernes, 4 de febrero de 2011

ARBOLES EN PELIGRO


A menudo, al tratar cuestiones medioambientales, se centra la atención únicamente en las especies animales o en los ecosistemas en peligro de extinción, pero dejamos al margen o prestamos menos interés a los árboles, que son la base de los ecosistemas y tienen un papel fundamental en la naturaleza.

Algunos de los árboles más emblemáticos de la Tierra también son algunos de los que se encuentran en mayor riesgo de extinción. Merece la pena dar la voz de alarma y apoyar los esfuerzos para su conservación.
Hagamos un recorrido por algunos de los árboles en peligro de extinción.

En California nos encontramos con la Sequoia, que es el árbol más grande y antiguo del planeta. Tiene una altura de entre 50 y 80 metros, y la sequoia más vieja tiene 3.200 años. Se estima que hay 20.000 ejemplares dispersos en las arboledas que han subsistido. Además de en Estados Unidos, hay parques nacionales que las protegen en Inglaterra y Australia.

En África e India podemos encontrar a la Moringa Oleifera, conocido como el árbol de los mil usos por los innumerables beneficios que tiene. Crece en zonas secas y evita la erosión del suelo, protege del viento, tiene frutos muy nutritivos, y distintas partes como las semillas, las raíces, o las hojas se utilizan para paliar dolores de articulaciones o problemas digestivos.
En China crece el Ginkgo, que es un “fósil viviente”, único en su especie, su origen lo encontramos hace 270 millones de años y es un árbol vistoso, razón por la que utiliza a veces con fines ornamentales. Una de sus peculiaridades es que sus semillas no tienen cáscara protectora, por lo tanto no conviven ambos sexos en el mismo árbol sino que existen ginkgos masculinos y femeninos. Los machos se reconocen por sus numerosas flores amarillas y las hembras producen una fruta con olor nauseabundo.
En el continente americano también están los Pinos britlecone, entre cuyas características está la de ser el árbol más longevo del mundo. Muchos de sus ejemplares superan los 5.000 años. Tienen aspecto de árboles secos y muertos porque son retorcidos y con escasas hojas, producto de las condiciones extremas en las que viven, que es precisamente una de las razones por las que viven tanto, ya que no tienen enemigos naturales capaces de aguantar esas condiciones extremas.

En las zonas semiáridas del Sáhara se encuentran los Baobabs, que destacan por lo ancho del perímetro de su tronco, que puede llegar a medir 40 metros, y porque pueden almacenar 120.000 litros de agua. Es un árbol majestuoso a la vez que útil, puesto que su fruto, parecido a un melón pequeño, muy rico en fibra, se consume como pasta y se utiliza para elaborar una bebida refrescante. Con sus hojas también se hace sopa y con la corteza se pueden hacer cuerdas.

En Egipto nos encontramos con el Eucalyptus regnans, que puede llegar a ser tan alto como la pirámide de Giza, que es la más grande del país. Son árboles naturales del sudeste de Australia, tienen flores y su fruto es una cápsula pequeña con una fragancia característica de los bosques de eucaliptos.
En otras zonas del mundo hay sin sinfín de especies propias también amenazadas, por ejemplo, en Extremadura (España), están en riesgo el tejo, el abedul, el carvallo, el mostajo y el loro. En particular el tejo sólo cuenta con 240 ejemplares al norte de Cáceres y el abedul con 470 ejemplares. En Castilla y León (España) también se encuentran en peligro la encina y la sabina albar.

Otra especie arbórea en peligro de extinción es el palorrosa (nombre científico Aniba rosa eodora). Sus ejemplares se están agotando rápidamente, ya que al día de hoy la producción de aceite de palorrosa se encuentra alrededor de las 50 toneladas, muy lejos de las 40 toneladas de la década de los 60. Su explotación masiva lo está llevando a la extinción.

La madera de este árbol se utiliza, principalmente, en dos industrias: la fabricación de guitarras de lujo, debido a su ductilidad y excelente sonoridad, que lo sitúan como la mejor opción para los diapasones; y en la perfumería, porque si se machaca y se hierve de una manera concreta, se extrae un aceite aromático utilizado en perfumes de lujo, por ejemplo, Chanel nº 5.

Los caprichitos de algunas y la falta de escrúpulos de otros, ha colocado a este árbol en la lista de especies en extinción.
El nogal antillano o palo de nuez es otro árbol en peligro; natural de Puerto Rico, Cuba y República Dominicana. Es conocido como Juglans jamaicensis, aunque nunca se ha visto en Jamaica, y fue declarado como especie en peligro de extinción en enero de 1997. Su amenaza es la extensión de las plantaciones de café, que al no exigir sombra provocan que los talen, y el desmonte para tareas agrícolas.


El nogal es un árbol grande que puede alcanzar hasta 25 metros de altura y su madera es de gran calidad. Su fruta es comestible pero, hasta donde se sabe, nunca fue explotada comercialmente.

Otra árbol en peligro de extinción en Puerto Rico es el capá rosa (o péndula cimarrona) y cuyo nombre científico es Callicarpa ampla. Esta especie fue declarada en peligro de extinción en 1992. Sólo 14 árboles de capá rosa existían entonces en cinco lugares en la Isla.


En Venezuela, país con enorme riqueza ecológica, tiene numerosas especies de árboles en peligro de extinción, por ejemplo: Caro-Caro, Canoruco, Lluvia de Oro, Cotoperiz, Tamarindo, Dividive, Acacia, Roble o Apamate y Flor Amarilla.
En Brasil, donde las especies en vías de extinción ha dado un salto gigantesco y es alarmante, encontramos el pernanbuco (Pau Brasil, Caesalpinia echinata), un árbol del bosque húmedo brasileño, explotado durante 500 años y con cuya madera se fabrican los mejores arcos de violín e instrumentos musicales.

En América Central y América del Sur están en peligro el cedro rojo (Cedrela odorata) y las especies de Cedrela.
Son sólo algunos de los árboles en peligro de extinción, sobre los que tenemos una responsabilidad ineludible de conservación para generaciones futuras.

jueves, 3 de febrero de 2011

Declaración Universal de los Derechos del Animal

La Liga Internacional de los Derechos del Animal adoptó en 1977 y proclamó el 15 de octubre de 1978 la siguiente Declaración Universal de los Derechos del Animal, posteriormente aprobada por la UNESCO y por la ONU.

Preámbulo

Considerando que todos los animales poseen derechos.
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de estos derechos han llevado y llevan al hombre a cometer atentados contra la naturaleza y contra los animales.
Considerando que el reconocimiento por la especie humana del derecho a la existencia de otras especies animales constituye el fundamento de la coexistencia de las especies de todo el mundo.
Considerando que los genocidios son perpetrados por el hombre y amenazan con seguir produciéndose.
Considerando que el respeto a los animales por el hombre es vinculante al propio respeto entre los hombres.
Considerando que la educación ha de proporcionar en la infancia la observación, comprensión, respeto y afecto con respecto a los animales.

Proclamamos lo siguiente

Artículo 1
  1. Todos los animales nacen iguales ante la Vida y tienen los mismos derechos a la existencia.
Artículo 2
  1. Todo animal tiene derecho al respeto.
      
  2. El hombre, en tanto que especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a otros animales, o de explotarlos violando este derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales.
      
  3. Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre.
Artículo 3
  1. Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos de crueldad.
      
  2. Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no comportará angustia alguna para la víctima.
Artículo 4
  1. Todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libremente en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo acuático, y a reproducirse.
      
  2. Toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es contraria a este derecho.
Artículo 5
  1. Todo animal perteneciente a una especie viva tradicionalmente en el entorno del hombre, tiene derecho a vivir y crecer al ritmo y en las condiciones de vida y libertad que sean propias de su especie.
      
  2. Toda modificación de dicho ritmo o dichas condiciones que fuera impuesta por el hombre con fines mercantiles es contraria a este derecho.
Artículo 6
  1. Todo animal que el hombre ha escogido como compañero tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural.
      
  2. El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.
Artículo 7
  1. Todo animal de trabajo tiene derecho a una limitación razonable del tiempo e intensidad del trabajo, a una alimentación reparadora y al reposo.
Artículo 8
  1. La experimentación animal que implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal, tanto si se trata de experimentos médicos, científicos, comerciales, o de cualquier otra forma de experimentación.
      
  2. Las técnicas alternativas deben ser utilizadas y desarrolladas.
Artículo 9
  1. Cuando un animal es criado para la alimentación debe ser nutrido, instalado y transportado, así como sacrificado, sin que ello resulte para él motivo de angustia o dolor.
Artículo 10
  1. Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre.
      
  2. Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal.
Artículo 11
  1. Todo acto que implique la muerte del animal sin necesidad es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida.
Artículo 12
  1. Todo acto que implique la muerte de un gran número de animales salvajes es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie.
      
  2. La contaminación y la destrucción del ambiente natural conducen al genocidio.
Artículo 13
  1. Un animal muerto debe ser tratado con respeto.
      
  2. Las escenas de violencia en las que los animales son víctimas deben ser prohibidas en el cine y la televisión, salvo si ellas tienen como fin el dar muestra de los atentados contra los derechos del animal.
Artículo 14
  1. Los organismos de protección y salvaguarda de los animales deben estar representados a nivel gubernamental.
      
  2. Los derechos del animal deben ser defendidos por la ley, como lo son los derechos del hombre.

Terapia con perros: un paso más en la comunicación de los autistas




A sus 28 años, Eduardo ha comenzado a ir a una piscina para aprender a nadar. De pequeño, el miedo al agua le hizo desistir. Su autismo le ha impedido desarrollar muchas de las actividades que generalmente realiza un joven de su edad. El cambio de actitud, por increíble que parezca, está relacionado con la terapia con dos perros, Luna y Loba, a la que se somete desde hace un año en la sede de Autismo-Aragón, en Zaragoza. “Eduardo tenía bastante miedo a los perros y lo ha perdido. Ha adquirido confianza en sí mismo y ha aprendido que enfrentándose a los problemas puede llegar a superarlos”, explica Vicente Cuairán, terapeuta de la Asociación Nacional de Terapias y Actividades-Asistidas por Animales (Anta).
La terapia con perros en autismo es un proyecto piloto que desarrolla desde hace tiempo esta entidad, con sede en Madrid, con el fin de paliar la carencia de métodos terapeuticos en esta patología: “Intentamos paliar el déficit de comunicación que padecen, su nivel de socialización e imaginación”, señala este terapeuta, que se traslada cada semana desde Madrid para trabajar con ocho niños con edades comprendidas entre los 6 y los 28 años. Algunos reciben la terapia en el colegio Paidós, centro de educación especial.
La idea de utilizar un perro con los niños autistas parte del hecho de que el nivel de comunicación que exige un animal es muy inferior al que plantea un humano. “Por ejemplo, intentamos que estos chicos expresen órdenes del tipo siéntate, levántate. Una única palabra es suficiente para que el animal le obedezca”, apunta el terapeuta. No obstante, la situación varía mucho de un chico a otro, en función del nivel intelectual que posea, o de su capacidad para el lenguaje verbal.
Con esta técnica se pretende cambiar los roles a los que habitualmente está acostumbrado un niño con autismo. “Buscamos que ellos controlen su propio entorno, propiciamos que den órdenes, algo que jamás han hecho”.
Hay que tener en cuenta que para un niño que padece autismo es fundamental la rutina y respetar siempre los mismos horarios, porque eso les ayuda a ubicarse dentro del propio día. Estos niños además están acostumbrados a que la actividad diaria esté siempre organizada por los adultos. “Con el perro cambian los roles. El niño ordena al perro, al mismo tiempo que se le da la posibilidad de alterar el orden de las fases en que está organizada la terapia”.

Pero los aspectos que se trabajan con esta técnica van mucho más allá. Se intenta estimular su capacidad de afecto. La mayoría siente cierto miedo a los animales. Así que la aproximación es progresiva hasta que adquieren confianza. “Aprenden a acariciarle el lomo, como si fuera un juego, y se dan cuenta de que nos les pasa nada, y de que el animal les corresponde cariñosamente. Esto es fundamental, porque estos chavales no suelen tener adquirida la habilidad de dar afecto”, apunta Vicente Cuairán.
La terapia es también una excusa perfecta para trabajar otro tipo de cuestiones, como la expresión de emociones y las actitudes presociales. Se tiene en cuenta también el saludo voluntario, cuando acuden o se van de la sede de Autismo-Aragón, donde se realizan las clases. La terapia busca reconocer las distintas partes del cuerpo, propiciar un acercamiento al animal, darle de comer y de beber, órdenes, acariciarle, ponerle la correa y pasearlo en primer lugar en el local y después por la calle. “Es increíble verlos acercarse a Lobo y Luna. Al final comienzan a sentir afecto por estos animales a los que hace unos meses temían”, comenta satisfecho el terapeuta.
“Es necesario que a estos niños les tratemos como personas normalizadas. Es falso que sean como trozos de hielo. En absoluto. Tienen sentimientos. Cuando les ofreces algo que les gusta te sonríen y si no les gusta, se enfadan”. Éste es el llamamiento que tanto el terapeuta como los representantes de Autismo Aragón lanzan a la opinión pública. Del mismo modo, recuerda la necesidad de que los padres de los niños con autismo dejen de sentirse culpables, como ocurre en ocasiones. En este sentido indican algunas pautas que para los afectados son primordiales. A los niños autistas no se les puede hablar demasiado, ni muy rápido. Las palabras son aire para ellos. Necesitan horarios fijos y rutina, y les resulta complicado comprender el sentido de muchas cosas que se les piden que hagan.

Es necesario mucha paciencia ante las conductas aparentemente alteradas, porque en realidad son reflejo de su forma de enfrentar el mundo, desde su especial forma de ser y percibir. También hay que tener en cuenta que, además de autistas, son niños, jóvenes y adultos y comparten muchos de los gustos o preferencias con su grupo generacional. El autismo es una alteración severa del desarrollo y de la comunicación que aparece antes de los 30 meses de vida. Se da en un niño de cada mil. Una joya que necesita un poco más de atención.

Federación española de Padres de Autistas.
MADRID

sábado, 29 de enero de 2011

WOLD WILDLIFE FUND INFORMA

Dicen que a este ritmo de devastación a la Tierra le quedan 50 años de vida. El planeta se está quedando sin espacio y sin recursos. Según un informe de una prestigiosa organización no gubernamental, la depredación que está llevando a cabo el hombre moderno exigirá a corto plazo la implementación de un improbable plan de conquista y colonización del espacio exterior.

Si se siguen explotando los recursos naturales a este ritmo, antes de 2050 la población de la Tierra estará obligada a colonizar dos planetas del sistema solar. Eso afirma el impactante nuevo informe de la World Wildlife Fund (WWF), que argumenta su advertencia sin anestesia: "La especie humana está saqueando el planeta a un ritmo que supera su capacidad de recuperación y amenaza la sustentación de la vida". En lo que debe interpretarse como una condena a los altos niveles de consumo de la sociedad occidental, el documento agrega que, dentro de cincuenta años, "cuando se agoten los recursos existentes, habrá que colonizar otros dos planetas de tamaño equivalentes a la Tierra".

Titulado "Living Planet" y basado en un relevamiento de todo el mundo, el informe asegura que, "en las últimas tres décadas, el hombre destruyó más de la tercera parte de sus recursos". Y, apelando al inconsciente cinematográfico para sacudir a la humanidad de su modorra, recurre a la figura "colonización del espacio" para ilustrar los problemas que enfrenta la Tierra. La WWF advierte que, o se reducen drástica y rápidamente los niveles de consumo, o el planeta no podrá abastecer de bienes a su población. Los expertos dicen que los mares se quedarán sin peces, los bosques se secarán y el agua potable será un bien escaso. Y explicitan que la humanidad tiene dos alternativas: o limita su extravagante estilo de vida o se dedica a buscar planetas conquistables.

El informe condensa algunos datos que sustentan su hipótesis futura. La explotación excesiva implicó que los "stocks" de bacalao del Atlántico Norte colapsaran, reduciéndose de las 264 mil toneladas contabilizadas en 1970 a las menos de 60 mil reportadas en 1995. En el mismo período, los bosques se achicaron más de una décima parte, la biodiversidad marina se dividió por tres y las reservas de agua potable cayeron más de la mitad. Además de la situación de la especie humana, los científicos examinaron el estado de 350 mamíferos, aves, reptiles y peces, y determinaron que el volumen de ejemplares de muchas especies se redujo más de la mitad. Martin Jenkins, del Centro de Control de la Conservación Mundial, de Cambridge, Gran Bretaña, dijo: "Las cosas están empeorando a un ritmo acelerado. Jamás en la historia una sola especie tuvo tanta influencia".
Las cifras revelan que, entre 1970 y 2001, la cantidad de rinocerontes negros cayó de 65 mil a 3 mil, mientras que, desde 1980, los elefantes africanos se redujeron más de la mitad (de un millón largo a menos de medio millón) y, durante el último siglo, la población de tigres se desbarrancó el 95 por ciento. Los datos son escalofriantes y a ellos hay que agregarles que no se puede asegurar cuántas especies se extinguieron, porque, para declararlas extinta, tienen que haber desaparecido 50 años antes. La atención respecto al estado del planeta se centra ahora en la llamada "Cumbre de la Tierra", que se realizará el mes que viene en Johannesburgo, Sudáfrica. Matthew Spencer, vocero de la organización ecologista Greenpeace, dijo: "No queda otra salida: tendrá que haber concesiones de los países ricos a los países pobres".

Pero lo sucedido durante el encuentro preparatorio para la reunión no es auspicioso: llevado a cabo en Bali el mes pasado, el mitin resultó empañado por las disputas entre los países ricos, las naciones pobres y las organizaciones no gubernamentales (ONGs). Por ejemplo, en Bali se acusó a los Estados Unidos, que enviaron 300 delegados a la conferencia, de bloquear muchas de las iniciativas clave en materias como el uso de la energía, el respeto a la biodiversidad y la responsabilidad corporativa. El informe del WWF culpó directamente a los EE.UU. de "ejercer más presión que nadie sobre el medio ambiente", tras determinar que los norteamericanos promedio consumen casi el doble de los recursos naturales que los ciudadanos británicos y más de 24 veces más que los pobladores de algunos países africanos.

El informe traza el panorama ecológico de cada nación determinando qué cantidad de tierra hace falta para abastecer a uno de sus residentes y evalúa, además, el consumo de alimentos, madera y agua potable y la emisión de dióxido de carbono. Mientras que los EE.UU. necesitan 12,2 hectáreas per cápita, a Gran Bretaña le basta con 6,29, a Etiopía con 2, y a Burundi, que es el país que menos recursos consume, con media hectárea por habitante. El informe agrega que, desde 1970, el consumo se duplicó, y que sigue acelerándose, a un ritmo del 1,5% anual. La WWF pretende que los líderes mundiales acuerden acciones específicas para alargar la vida del planeta. Un vocero del WWF en Gran Bretaña dijo: "Si todo el mundo consumiera los recursos naturales como los EE.UU. y Gran Bretaña, necesitaríamos otros dos planetas como la Tierra

jueves, 27 de enero de 2011

EL VIAJE INTERMINABLE DE UN OSO POLAR EN PELIGRO

NADO POR 232 HORAS CONTÍNUAS BUSCANDO UN BLOQUE DE HIELO DONDE PODER DESCANSAR

La osa perdió a su cachorro de un año
LA OSA PERDIÓ SU OZESNO

Un oso polar nadó sin descanso durante nueve días, recorriendo un total de 687 kilómetros hasta poder encontrar un bloque de hielo en el que descansar por un tiempo.

Según los científicos que estudian los osos que habitan el mar de Beaufort, en el norte de Alaska, es posible que los animales hayan desarrollado esta resistencia extrema como consecuencia del cambio climático.
Se sabe que los osos polares nadan entre el continente y las plataformas de hielo para cazar focas. Y ahora, el derretimiento de los hielos está obligando a los osos a nadar distancias mayores, poniendo en riesgo su salud y a las futuras generaciones.
En el estudio, publicado en la revista especializada Biología Polar, los investigadores del Servicio Geológico de Estados Unidos documentaron lo que constituye la primera evidencia de osos polares (Ursus maritimus) nadando distancias tan grandes.
"Este oso nadó de forma continua durante 232 horas. Atravesó 687 km de aguas con una temperatura de entre 2º y 6ºC", afirmó el zoólogo George M. Durner.
"Nos sorprendió que un animal que pasa la mayor parte de su tiempo en la superficie del hielo pueda nadar de forma ininterrumpida en aguas tan frías. Es una característica muy llamativa", añadió.

Viaje

Oso polar
La osa perdió 22% de su grasa corporal a y un cachorro de un año.
Si bien en el pasado se han observado osos nadando en mar abierto, ésta es la primera vez que se registra un viaje completo.
Para seguir con precisión los movimientos durante un período de dos meses, los investigadores le colocaron un dispositivo GPS a una osa.
De esta manera, los científicos pudieron determinar cuándo estaba en el agua y qué temperatura tenía la misma.
El estudio demostró que el viaje fue posible pero tuvo un alto costo para el animal.
"Este individuo perdió el 22% de su grasa corporal y a su cachorro de un año", dijo Durner.

Panorama sombrío

Según le dijo el investigador a la BBC, las condiciones en el mar de Beaufort se están tornando cada vez más difíciles para los osos polares.

OSOS POLARES

Oso polar
  • Es el carnívoro terrestre más grandes del planeta
  • Su piel es negra y su pelo transparente, pero parece blanco. Con los años se vuelve amarillento
  • En tierra, pueden alcanzar velocidades de hasta 40 km/por hora, cuando corren para cazar una presa.
"En décadas anteriores, antes de 1995, los hielos persistían durante el verano en la plataforma continental y en el mar de Beaufort".
"Esto hacía que las distancias y el costo para los osos de nadar entre los bloques de hielo aislados o entre el hielo y el continente fuese relativamente pequeño".
"El extenso derretimiento que ahora parece ser típico de los veranos en el mar de Beaufort ha aumentado el costo de nadar para los osos polares", explicó Durner.
El oso polar vive dentro del Círculo Polar Ártico. Su dieta -que consiste en focas oceladas y es rica en calorías- le permite sobrevivir en temperaturas heladas.
Los osos cazan a sus presas en el mar helado: un hábitat que cambia de acuerdo a la temperatura.
"Esta dependencia del hielo los vuelve, potencialmente, uno de lo mamíferos que corre más riesgos de extinción por el cambio climático", señaló el investigador.
La lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza cataloga a los osos polares como especie vulnerable y señala al cambio climático como una "amenaza sustancial" para su hábitat.
Ella Davies
BBC